domingo, 1 de febrero de 2009

El final de Agosto

Las mañanas eran paseos interminables por playas infinitas con el sol desperezando aún sobre mi espalda. Eran el tacto de la arena, eclipsada por los amaneceres al lado del mar, que sin querer evocaban tu recuerdo. Mi cuerpo se bañaba en agua salada y quedaba terso, atado con cadenas de yodo. El levante curtía la piel, la rociaba de cobre. Yo era el resultado de la conjugación de viento y agua, de soledad y recuerdo.Las tardes eran libros de poetas de renombre, verso libre. Las horas se escurrían por hojas escritas a máquina. Hacían equilibrio por el borde de folios amarillos y arrugados, viejos, eternamente clásicos. Yo dejaba entonces de existir para convertirme en la figura y rima de un joven poeta chileno. Luego los limos y el viento cálido del sur, me devolvía a mi condición de mortal y de mediocre en el arte de la poesía.Las noches eran oscuridades penetrantes al lado de un gigante adormilado, de un fiero océano en calma. Esas horas eran literatura, habitaciones de hoteles caros, camas vacías. Sábanas blancas, impolutas, arrugadas a los pies del colchón junto a mi sueño desorbitado. Las noches eran ausencia. Ausencia al haberlas dejado llegar sin más intención que regalarme vigilias tediosas. Eran el vacío que dejaba la poesía cuando se escribía con nostalgia, el mismo que dejaba mi cabeza sobre la almohada al dormir sola. Nunca nadie había dormido a mi espalda, pero sí conmigo se habían acostado sentimientos encarnados, parecidos a una figura humana. Eran abstractos que me habían hecho compañía. Entonces las lunas únicamente regalaban soledad, y yo la aprovechaba escribiendo compulsivamente en cualquier sitio alejado de los pecados mundanos. Los días pasaban de puntillas y no eran otra cosa sino páginas en blanco, recuerdos intermitentes. Viento cálido del sur que soplaba fuerte y que al fin, logró destruirte.

2 comentarios:

Verónica dijo...

Me encanta como describes ese sueño, la frase "nadie nunca habia dormido a mi espalda", resume la tranquilidad y la seguridad que puede darte una persona.

besotes de esta peke.

pd: te espero por mi rincon con una buena taza de cafe caliente.

sueño dijo...

Me quito el sombrero.

Increible. Sigue así. Un besazo.