miércoles, 23 de enero de 2008

Dime cómo.

Cómo explicar que eres parte vital de mi existencia.
Cómo decir que eres indispensable
para cualquier acto que precise de razón
o que carezca de ella.

Cómo mantener el tipo,
no dar un paso en falso,
correr de puntillas,
andar en línea recta.

Cómo calmar las ganas
de ser fiel a los principios que perdí,
de reaccionar al ritmo de los impulsos
desafiando a mi destreza.

Cómo dejar de ser dueña
de un millón de emociones
que en la memoria y bajo llave,
me atan de pies y manos, prisionera


Cómo archivar cada palabra
que sin piedad alguna hacia mi fácil evaporación,
mi tendencia a la rendición
dijiste desde tu certeza.

Cómo seguir,
Cómo avanzar,
Cómo saber si estar,
Si no he olvidado nada, menos las maneras.

sábado, 12 de enero de 2008

Tardes amontonadas

Las tardes pasan tranquilas, lentas imperturbables. Se cuelgan del cielo y se agarran a las nubes y cuando se cansan de vivir en las alturas vuelven al terreno de lo imposible.Ríos de muchedumbre ahogan las calles, de norte a sur coches las recorren, y mientras tanto el barullo sin rumbo se hace más fuerte.Las luces como corrientes de lava, eructan hacia el suelo, burlándose del cielo, dándole la espaldaahora oscuro, muerto, ciego…Y yo al otro lado de esa imparable realidad, me agarro a un lápiz y ahorco una vieja libreta de historias. Empiezo a escupir palabras encadenadas, una dulce verborrea insignificante que dibuja en tinta lo que en mi cabeza vive en forma de obsesión. Pasa que a veces necesito coger un puñal y hacer sangrar a una hoja de papel con palabras hirientes, ahogar las letras con lágrimas saladas y verlas secarse en la tinta que queda grabada. Mientras tanto suspiro, sonrío con resignación, bebo a sorbos las horas y me doy cuenta de que no estás.

viernes, 11 de enero de 2008

CAUSA Y EFECTO

Los días se escurren entre miles de letras
de vez en cuando uno las mías propias,
otras me refugio en las de algún poeta.

No se si busco en ellas remedio,
cura, medicina o ungüento
para sanar lo que nadie sabe de donde viene el veneno.

Será el virus del frío
el no dormir por las noches, el no usar el abrigo,
el pasear por las tardes por una ciudad desierto.

Le echaré la culpa al invierno,
a las playas vacías, a las hojas secas,
a la libertad con dueño.

Pero es irremediable que en el intento de desintoxicación
no recaiga y me drogue de nuevo.
Es difícil cuando una persona
es a la vez causa y efecto.