lunes, 27 de octubre de 2008

Música y recuerdos.

De repente calló. Calló su boca, sus palabras. Calló su mirada. Calló aquél espíritu imperturbable, aquella viveza constante, aquella alegría. Todo se cubrió de silencio. La música había nublado su luz. Se la había llevado dejándole desnudo en aquella atmósfera fría y contaminada. A cambio le dejó aquel semblante desfigurado y la nostalgia que se reflejaba en él cuando cierta melodía le hacía recordar como entonces a ella recordaba. Sus versos traían recuerdos de otros tiempos, aquellos en que poseía enteros su cuerpo y pensamiento. La recordaba, aún no podía imaginar cómo, escribiendo aquellas líneas con caligrafía tambaleante de niña prematuramente enamorada. Aquellas que, desde entonces, siempre llevaría consigo, talladas en la memoria y dobladas en su cartera.La recordaba frágil, pequeña, brillante, con aquél atisbo de inocencia que pintaba de dulzura. La adolescencia parecía haber arrasado aquella ignorancia innata, pero él bien sabía que detrás de aquella careta de rebelde sin causa, vivía un espíritu recién nacido aún. Le gustaba saberla necesitada de cuidado y protección. La recordaba, sin duda la recordaba como el mismo se recordaba escuchando aquella canción ciertamente envenenado por esa siniestra magia de los amores fugaces, intensos y tempranos.

2 comentarios:

PIER dijo...

Que recuerdos..
Como para no olvidarlos nunca.
Me ha gsutado este post.
Espero que te encuentres bien.Te dejo abrazos.

Velocet dijo...

Huumm... smells like teen spirit...