sábado, 1 de marzo de 2008

Por todas partes

Revuelvo cajones, armarios, cómodas, intentando encontrar vestigios de tu presencia en mi vida, rastros de tu paso por mi piel. Abro libretas, descuartizo libros tratando de hallarte entre las rimas en asonante de algún genio de la palabra. Tampoco estás entre las sábanas, ni escondido debajo de la almohada tiritando de frío, pero hay algo que acurrucado en el colchón y enredado en las mantas caldea las noches.La ciudad está cansada de verme errante, tratando de hallarte entre las grietas de las aceras, pero desespero al pensar que no queda más tú que el que yo imagino y guardo en los bolsillos, bajo llave y con candado, para que nadie y desdibuje. Hay algo que impulsa mis pasos, que me obliga a tropezarme contigo aunque no estés. Algo dentro te imagina, recuerda e inconscientemente te escribe. Suele pasar que las palabras se atan a aquello que las inspira, y de ellas, créeme, no podrás deshacerte. Lentamente me voy pareciendo más a un loco, que no sabe si por amor o por decoro, te busca compulsivamente.

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