lunes, 30 de agosto de 2010

Impersonal.



Yo no elegí nacer en otoño, morir en verano, resucitar cada mañana. No elegí el caos, el orden, la mesura, el equilibrio de los pasos. Tampoco sentir frío en Agosto ni quemarme con el fuego de Enero. No elegí el sudor de las noches vacías, la plasticidad de las sábanas, volcarme siempre hacia el lado ausente del colchón. No elegí hacer de las canciones fragmentos de mi biografía,vibrar con las cuerdas de una guitarra.

Yo no elegí las calles cortadas, las direcciones prohibidas, rodar por terrenos demasiado abruptos, por mares sin calma. Ni tan si quiera elegí el dinero que jugué apostando la cabeza, la misma noche en que, norte y sur bailaron y sólo me quedó ser vértigo. Vértigo que no eligió caminar sobre huellas amasadas, ni memorizar involuntariamente la sabiduría de unos ojos.

No elegí abrazar la tristeza para verla morir en mis brazos, fecundando la nostalgia. No elegí hacer de una piel mi religión y de unas manos el único paracaídas. No elegí retirar la escarcha del colchón y quedarme desnuda, frágil, vulnerable incluso antes de quitarme la ropa. Tampoco hallar fortaleza en la debilidad, ni fe en el desaliento, ni felicidad en la melancolía. No elegí deshacerme del sinsentido, ni encontrar la respuesta, la única respuesta a todas mis preguntas, en el cielo de una boca.

Aún queriéndolo, no elegí quererte.

2 comentarios:

sueño dijo...

Simplemente GRANDE. vuelvo a tu blog y me encuentro con esta maravillosa entrada.

La frase del final me encanta.

un abrazo.

Anónimo dijo...

Es genial, he encontrado tu blog por casualidad y me ha encantado. Veo que lo tienes un poco abandonado, no lo perdas!! Vamos a hacerle la respiración artificial!

Pasate por el mio si ves esto y tienes un ratito, a ver si te gusta :)