domingo, 14 de diciembre de 2008

Precauciones


Ten cuidado, no te acerques. Esta piel puede quemarte. Siempre ha sido candente. Siempre ha ardido, incluso bajo la lluvia. No te aproximes demasiado, no grabes sobre ella su tacto, pues sabes, puedes hacer que te busque infatigablemente. Mantente a la distancia mínima que necesitan los cuerpos para no poseerse, para no poseerse aún deseándose. Espíame, pero desde donde yo no pueda hacerlo. Contempla mis movimientos, sigue de cerca, oculto, mis pasos y observarás que hay algo más que silueta sinuosa y piel de acero. Hazlo y poséeme en la distancia, pero no dejes que yo me pierda, absurda, loca, adolescente. Impídeme caer en el abismo de esos dos charcos de lluvia. No dejes que me refleje en ellos, nunca lo hagas, pues me convertiría en su inevitable esclava. Muérdete los labios cuando creas que vas a pronunciar palabras peligrosas. Cállalas. Si osan llegar a mis oídos me poseerían y, créeme, a las palabras es a una de las cosas a las que no puedo renunciar. Cóselas, pues si las mías saltan como respuesta desde este pozo sin fondo, entonces, ya habré perdido la razón que nunca poseí entera. Cógeme si ves que me abalanzo sobre ti, rendida. Cógeme pero nunca me abraces. No me obligues a esposarme a ti eternamente. Trata de ponerme en pie y devolverme de nuevo mi figura, pero nunca aliento, porque luego lo haría cruelmente imprescindible. Congélate. Vuélvete de mármol cada vez que te aproximes y no me pidas con los ojos afligidos y la sonrisa decaída, los besos que, sabes, no puedo darte. No trates de convencerme con caricaturas dulces de un rostro picardioso. No abuses de mi vulnerabilidad. Piensa que ahora los abismos pueden salvarse, pero que mañana se levantará el definitivo, el infranqueable. No me obligues entonces a carecer de los cinco sentidos y a arrancarme el corazón a jirones del pecho. No quiero necesitarte.

6 comentarios:

sueño dijo...

Creo que no se puede describir mejor cuando necesitas de alguien. Del profundo dolor que nos hace incluso verle. Del dolor tan grandísimo que podría ser besarle y verle marcharse. Porque si eso pasa como bien dices se pasa la frantotera del dolor y los sentimientos nos atropellan y nos lanzamos a por el o ella, y se pierde la razón. Esa razón que tanto nos había costado guardar muy oculta en un cajón olvidado de nuestra mente.
Realmente me ha encantado.
un beso.

emperatriz dijo...

Impresionante.
Todas esas emociones , esos temores que describes,los experimento, lo duro, y complicado del corazón, de la dependencia del amor, y ese fuego que nos quema, y nos puede reducir a cenizas.
Y tú lo has escrito exactamente como yo lo vivo.
Una entrada excelente.

Besos

Velocet dijo...

Ayer estuve videando Crepúsculo y en cierto modo me ha recordado a ella. Curioso.

AdR dijo...

Adviertes de maravilla sobre los peligros de los roces en la piel. Así que me iré pasando de vez en cuando para seguir tomando nota de las precauciones que vas dejando.

Saludos.

PIER dijo...

Me gusta!..
Tantas emociones..
las siento en estas lineas..
Muy intimo! Muy de sentimientos...

Espero que tengas una feliz navidad.
Te dejo abrazos.

PIER dijo...

He hola..
me paso para saber de ti!..
espero Que tengas unas hermosas fiestas y un buen año nuevo..
Te dejo abrazos.